Las redes sociales se han convertido en poderosos medios de comunicación en los últimos tiempos, a tal punto que han conseguido cambiar las relaciones de los hombres entre sí, de manera que los horizontes educativos y culturales se han ensanchado y la promoción del desarrollo humano se ha dado de modos bien diversos a los que los anteriores medios de comunicación promovían.
No obstante, las ventajas y posibilidades de esta nueva cultura cibernética han suscitado emergentes problemas morales tales como la privacidad, la propiedad intelectual, la seguridad y la confidencialidad de datos, convirtiendo a la internet en una fuente inmensa de información facilitadora de intercambio de experiencias de vida en todo el mundo.
Así mismo, dichas redes afectan de manera directa las comunicaciones y relaciones de los estudiantes en su realidad, la cual no es ajena a estos complejos de comunicación virtual, pues un gran porcentaje de ellos, casi sin discriminación de edad, tienen cuenta activa en Facebook y otras redes sociales. Se va configurando, entonces, una relación directa entre el medio virtual y la realidad del estudiante, el cual de manera ineludible va asimilando en su escala de valores algunos de los presupuestos dados desde la red, entre ellos, los referentes a la dimensión de su proceso de aprendizaje.
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