CONCLUSIONES

• En la sociedad de la información no hay cómo no considerar la multidimensionalidad –social, espacial, temporal, cultural– de las redes sociales. En la búsqueda de esta multidimensionalidad de las redes sociales, se propone una visión de las interacciones dialógicas entre actores que representan tiempos sociales diferenciados y las realidad en que se encuentran; que se sitúan en espacios sociales de diferentes escalas que comprenden distintos niveles de alcance, intensidad y permanencia de las relaciones sociales y de las conexiones entre los participantes de la red.

• Las redes sociales permiten a los usuarios verse y sentirse parte de una red de relaciones en la que pueden participar con tan solo dar un clic. Más que un cambio a nivel tecnológico, que también lo comprende, lo es a nivel de su uso. Por tanto, no exige una nueva ética sino más bien la aplicación de principios ya establecidos a las nuevas circunstancias.

• En definitiva, lo que está en juego en las redes sociales es si gracias a ellas la persona humana “realmente se comprende como un mejor ser, es decir, más madura espiritual, psicológica, social, culturalmente donde sea más consciente de la dignidad de su humanidad, más responsable y más abierta a los demás.

Con esta experiencia realizada, se puede decir que con la implementación de nuevas herramientas virtuales, se puede ir avanzando en el proceso de aprendizaje en donde es el estudiante quien toma las riendas de su propia formación, no solo académica sino personal. Sin embargo, se puede decir que el uso indiscriminado de estas herramientas puede ser perjudicial para esta formación, ya que desorienta, aleja y aliena a quien está dando uso de este medio social. Es por eso que es necesario que desde el momento en que se inicia en la aplicación de estos medios, se pueda ir mediando entre la disposición que hay para la utilización de este medio y la propia ejecución de ellos, para evitar una posterior de-formación del estudiante.